Niños Zurdos
NIÑOS ZURDOS
Con sólo 10 a 12 semanas, el feto comienza a mover más su mano derecha o izquierda y en esta preferencia espontánea puede desarrollar la lateralidad para el resto de su vida.
Todo ello se produce dentro del útero, según una investigación efectuada recientemente en el Reino Unido y que destierra la teoría de que esta capacidad no se logra definir hasta mucho después del nacimiento, cuando el niño tiene tres o cuatro años de edad.
Los hallazgos del grupo de investigadores de la Universidad de Queen, en Belfast (en Irlanda del Norte, Reino Unido), liderados por el profesor Peter Hepper, indican que la mano que el feto prefiere a las 10 semanas será la que utilizará siempre.
Arco reflejo
Según Hepper, todo apunta a que sea más probable que se trate de un arco reflejo de la médula espinal.
El equipo médico estudió imágenes obtenidas por ultrasonido de mil fetos dentro del útero y tras el nacimiento siguió el progreso de una muestra de infantes y el desarrollo de su lateralidad, que significa la preferencia espontánea en el uso de los órganos situados al lado derecho o izquierdo del cuerpo, como los brazos o las piernas.
Los científicos analizaron también el movimiento de las manos en el útero, una actividad que comienza alrededor de la décima semana, y hallaron un vínculo similar entre la predilección por una u otra después del nacimiento.
En una parte del estudio, el grupo de Belfast identificó a 60 que usaban más la mano derecha y otros 15 que tenía debilidad por los dedos de la izquierda.
Cuando estos chicos fueron examinados otra vez tenían entre 10 y 12 años de edad, y los investigadores encontraron que 60 de los que gustaban por los dedos de la mano derecha cuando estaban en el útero materno eran diestros.
Dos tercios de los fetos que se llevaban más a la boca los dedos de la mano izquierda mantuvieron su lateralidad zurda y el resto aparentemente se volvió diestro.
Hablan las estadísticas
En otra parte de la investigación, que fue dada a conocer por Hepper en un foro europeo de Neurociencia en Lisboa, se encontró que nueve de 10 fetos en la décimoquinta semana optan por los dedos de la mano derecha, reflejando la relación porcentual de diestros y zurdos que es de alrededor del 13 por ciento de la población mundial, según la página europea del Día Internacional de los Zurdos que se celebrará el 13 de agosto.
Las investigaciones reflejaron que el feto de 10 semanas aún es demasiado joven para empezar a chuparse los dedos pero da señales en ese sentido moviendo las manos en ondas.
El equipo de estudiosos norirlandeses encontró además que la tendencia mayoritaria es a mover la mano derecha.
Para Hepper un lado podría ser más favorecido que el otro porque se desarrolla con mayor rapidez. Sin embargo, la mayoría de científicos cree que el hecho de que una persona sea diestra o zurda es el reflejo de su configuración cerebral.
El cerebro es un órgano con dos lados, cada uno de los cuales toma control opuesto de diferentes funciones.
¿Por qué?
El hemisferio derecho dirige los movimientos del lado izquierdo del cuerpo y el hemisferio izquierdo rige los del lado derecho.
En la mayoría de niños (diestros), el hemisferio izquierdo es el dominante, pero en otros, prima el derecho (zurdos).
La lateralidad es el predominio de una parte del cuerpo sobre la otra, esta lateralidad puede ser diestra o zurda.
Existe casos en los que el niño aún no ha conseguido definirla y entonces se dice que es ambidiestro (desarrolla con ambas manos la misma habilidad).
Los hallazgos del equipo de la Universidad de Queen retan esta teoría al mantener que la lateralidad aparece mucho antes que el cerebro tenga algún control sobre los movimientos.
"Esta actividad temprana está probablemente bajo control muscular o controlada por nervios en la médula espinal", señala Hepper.
Escepticismo
El médico Stephen Wilson, biólogo de la University College de Londres, sostiene, por el contrario, que los movimientos vistos en el útero no son necesariamente una indicación de qué lado del cuerpo y qué mano se convertirá en dominante.
Wilson mantiene que es más probable que en un feto de pocas semanas haya una diferencia en activación de genes entre el lado derecho e izquierdo del cerebro y de eso resulta la lateralidad.
¿Condición genética o muscular-nerviosa en la etapa fetal?
El ser diestro o zurdo y su punto de partida y desarrollo continuará dando qué hablar en el mundo científico.
No los obligue
Forzar que un niño utilice la mana derecha para escribir es una barbaridad. Si se reprime a un zurdo lo habitual es que se produzca una lateralidad cruzada; se puede conseguir que el zurdo coma y escriba con la mano derecha, pero continuará efectuando muchas otras actividades con la izquierda y tendrá grandes dificultades para discernir entre ambos lados.
El origen de buena parte de la lateralidad cruzada se debe a que antaño se corregía lo social, pero en otras actividades el zurdo seguía usando su mano fuerte. En otros casos, en casa no se contrariaba al niño pero sí se hacía desde el colegio.
Con frecuencia, los zurdos sufren problemas en el habla y la escritura (dislexia, disfasia, disgrafia, tartamudez), retrasos en el lenguaje, pérdida de lateralidad, trastornos en el equilibrio, inseguridad de movimientos e incluso problemas emocionales.
Hasta hace unos años, ser zurdo era considerado un problema y se obligaba a los niños a dejar de serlo. Hoy en día, se ha descubierto que la lateralidad es algo normal y no un signo de torpeza, y que prohibirles usar la mano fuerte puede acarrearles dificultades al escribir, al leer...
¿Por qué un niño es zurdo o diestro?
La respuesta está en una configuración cerebral diferente. El hemisferio derecho dirige los movimientos del lado izquierdo de nuestro cuerpo y el hemisferio izquierdo los del derecho. En la mayoría de niños (diestros), el hemisferio izquierdo es el dominante, pero en otros, prima el derecho (zurdos).
Cuando nacen, los niños son ambidiestros, pero una tendencia suele manifestarse en un periodo corto de tiempo. A los dos meses se empieza a producir un reparto de responsabilidades entre la mano de trabajo y la mano creativa, pero sólo a partir del segundo año se puede afirmar con algún grado de seguridad que un niño es zurdo o diestro. No obstante, entre los 2 y los 7 años se atraviesa un periodo de quirilancia, más conocido como ambidiestrismo, durante el cual todavía puede inclinarse por cualquiera de los dos lados. Una vez que empieza a escribir, se completa el proceso de laterización.
Sin embargo, recientes estudios de investigadores de la Universidad de Queen, en Belfast, han puesto en entredicho esta opinión. Sus hallazgos indican que los fetos, con 10 o 12 semanas, comienzan a mover más su mano derecha o izquierda y en esta preferencia espontánea se puede desarrollar la lateralidad para el resto de su vida.
¿Debo cambiar su inclinación?
Durante años, ser zurdo estaba muy mal visto, y tanto en casa como en el colegio, a los niños se les obligaba a usar sólo la mano derecha.
En la casi totalidad de los idiomas, derecho o diestro es sinónimo de correcto, justo, recto, hábil, listo, es decir, cualidades positivas. De izquierdo o siniestro no se puede decir lo mismo, ya que en los diccionarios significa también torcido, no recto, viciado, infeliz y hasta funesto. Esa evolución de ambos términos demuestra la asociación negativa que se tenía con la zurdera, y el motivo por el que se prohibía.
Sin embargo, hoy en día se he demostrado que no es malo ni influye en el aprendizaje y la inteligencia de la persona. Un niño no es más ni menos listo por ser diestro. De hecho, obligarle a cambiar de mano es perjudicial, ya que implica que use la mano más débil y menos hábil para realizar sus tareas, lo que le hará torpe, inefectivo y lo agotará innecesariamente haciendo que el aprendizaje sea más dificultoso y frustrante. Así lo apunta Jane M. Healey, neuropsicóloga infantil y autora del libro El niño zurdo: "cambiar las preferencias laterales del niño puede conllevar desventajas, como dificultades para distinguir la derecha de la izquierda, trastornos en la escritura, dislexia e incluso tartamudez".
Los problemas de un zurdo en un mundo para diestros
Lo que sí es cierto es que las personas zurdas se encuentran con problemas a la hora de utilizar diversas herramientas ideadas para diestros (tijeras, cuadernos, sacapuntas, etc.).
Los zurdos suman el 10% de la población y ven el mundo desde otra posición. Actividades que para los niños diestros no suponen un esfuerzo especial (como cortar siguiendo una línea de puntos o escribir) tienen un grado de dificultad añadida para los zurdos. Estos pequeños problemas cotidianos pueden generar frustración, ansiedad o incluso falta de confianza, puesto que por su edad no son capaces de reconocer la verdadera causa de su torpeza. Por eso, el niño zurdo necesita que le enseñen a desenvolverse como zurdo, no basta con dejar que se las arregle solo.
Consejos
- Guíale como un espejo. La mejor manera de ayudar a un niño a aprender a realizar actividades sencillas, como abrocharse los cordones de los zapatos o utilizar un tenedor, es sentarse frente a él e ir guiándolo como si fuera la imagen ante un espejo, de este modo podrá imitarlo con más facilidad.
- Compra objetos especiales para zurdos en alguna de las tiendas específicas para ellos. Tijeras con los filos invertidos, cuadernos con la espiral a la derecha, sacapuntas con la cuchilla al revés, reglas invertidas, etc.
- Intenta que su profesor sea consciente de su situación y le facilite las cosas dándole un pupitre para zurdos (si lo hay), sentándolo en el lado derecho de la clase en relación a la pizarra, enseñándole a coger el lápiz en forma de gancho para que escriba mejor...
Fuente: El niño zurdo, Jane M. Healey
Redacción: Irene García