Déficit Atencional por Hiperactividad

Con déficit ¿sí o no?

Algunos lo sufren, otros lamentablemente pasan a ser enfermos imaginarios. Y reciben medicamentos por largos periodos, muchas veces sin ninguna necesidad. El sobre diagnostico de déficit atencional es tan real, doscientas veces mayor en EE.UU. que en Inglaterra que motivo una investigación entre los distintos siquiatras de ambos países para llegar a criterios precisos que permitan definirlo con estrictez.

Es un trastorno real.

Pero tan difícil de precisar que obliga al profesional a transformarse en un verdadero detective.

El déficit atencional tiene dos síntomas importantes: dificultad de concentración el niño se distrae con frecuencia y no alcanza así a terminar sus trabajos en clases e hiperkinesisa, pero con actividad apreciable desde los primeros años en todos los ambientes: la casa el colegio, cuando sale de visita y durante todo el tiempo, no por lapsos. Además casi siempre se presentan juntos.

¿Cuando llegan a la consulta?

En general cuando ingresan al jardín infantil, que exige mayor inmovilidad que en la casa, pero depende también el grado y tolerancia familiar. Si se presenta únicamente el primero de estos síntomas no es raro que se descubra cuando solamente entra al colegio porque siempre se nota mas el que molesta que el que es mas tranquilo.

Se menciona también la impulsividad como un tercer síntoma; el niño hace cosas sin reflexionar y esta así mas expuesto a accidentes y equivocaciones.

¿Cómo se diagnostica el déficit atencional?

En el examen neurológico el niño puede acusar torpeza en la motricidad fina, problemas de percepción, a veces la presencia de sincinesias, esto es, si una mano hace algún movimiento la otra lo repite en espejo. Pero todos estos son inespecíficos, aparecen también en niños normales en los que realmente sufre déficit atencional y otros que presentan problemas de aprendizaje: dislexias, disgrafía etc...

¿Y el electroencefalograma no ayuda?

En general muestra ondas mas lentas es decir parecido al de un niño menor pero es también inespecífico. Por eso hay que tomar muchas fuentes para hacer el diagnostico, no se define en la primera consulta. El elemento mas importante es la historia clínica que entregan los padres los profesores- a quienes se pide un informe mediante un test muy sencillo de llenar- y gente que interactúe con el niño.

Porque, un pequeño puede aparecer inquieto o distraído por muchos motivos, tener un problema físico puntual, sufrir un trastorno emocional. Hay incluso medicamentos parea la epilepsia, el asma. capaces de causar inquietud.

A veces los trastornos de aprendizaje se asocian con déficit atencional: hay que ser un verdadero detective para precisar este. Luego una ves descartada las demás posibilidades solo un pequeño grupo tienen un déficit atencional.

¿Esta entonces sobrediagnosticado?

Si a tal grado llega la forma de hacer el diagnostico que siquiatras infantiles se reúne con siquiatras norteamericanos dado la gran diferencia de prevalencia en los niños, se busca llegar a criterios mas estrictos para definirlo

Y esta también es sobremedicado?

Si duda: son muy pocos los que requieren medicamentos.

Tratamiento temporal

Aunque cuando el diagnostico diferencial evidencia el síndrome completo, el tratamiento debe iniciarse con otras alternativas como manejo de la situación tanto en la casa como en la clase.

Se puede buscar un ambiente mas propicio, sentando al niños mas adelante en la sala para que no se distraiga, el profesor deberá tener mas la intención de premiar lo bueno que castigar Si se asocian problemas de aprendizaje se requiere de la ayuda de un tratamiento sicopedagogico.

¿Quienes entonces necesitan tratamiento medicamentoso?

Solo aquellos que tras haber sido bien diagnosticado y haber recogido las alternativas propuestas muestran persistencia del déficit que llega hasta impedir el aprendizaje Ahí se agrega un sicoestimulante y nunca por mas de tres meses, se suspende llegada las vacaciones y solo se repite si dio resultados para volver a suspenderlo.

¿Porque ¿tiene efectos secundario?

Desde luego, alrededor del 20% de los niños con el síndrome bien diagnosticado no responde a el. Otro grupo mas o menos similar puede manifestar insomnio y falta de apetito. Y en dosis muy alta o por periodos muy prolongados los sicoestimulante pueden llegar a disminuir el crecimiento.

¿Y no tiene la pastillas consecuencia sicológicas para el niño?

Por supuesto, es distinto lograr un efecto positivo mediante el esfuerzo propio que gracias a un remedio. Además, el chico puede sentirse inerme al suspenderse el tratamiento.

¿Cuáles son las causas del déficit atencional?

Hay dos grandes grupos El primero se origina en una inmadurez del desarrollo debida a una deficiencia de varios neurotrasmisores. El segundo a algún daño cerebral que afecte la conducta sin alterar la capacidad motora.

¿No existe algún examen respecto de ellos?

No hay ningún examen que demuestre a los neurotrasmisores funcionando, se trata solo de una conclusión a la que se ha llegado tras la observación de los niños. En cuanto al segundo grupo de causas debe descartarse en los niños con diagnostico estricto del trastorno: el scanner, la resonancia nuclear magnética pueden mostrar lesiones anatómicas y otras, el mapeo cerebral y el spec el funcionamiento del cerebro.

Este ultimo gran novedad en nuestro país se refiere a la psiquiatría biológica, es decir a los posibles factores biológicos daños carencias, excesos alteraciones cromosómicas o problemas metabólicos asociados a conductas o enfermedades siquiátricas.

Por ultimo ¿quien debe manejar el déficit atencional?

El pediatra o el medico general con capacitación adecuada salvo que se requieran medicamentos. En este ultimo caso debe intervenir un siquiatra infantil que maneje todas las técnicas señaladas

Otra consecuencia del exceso de alumnos por curso

Niños hiperactivos con déficit atencional terminan en el neurólogo y tomando ritalín

Padres de familia reclaman: en los colegios sólo les interesa tener a los mejores en su lucha por lograr los más altos puntajes. Y aunque no les gusta el sistema, salen en búsqueda del medicamento "milagroso".

La hiperactividad y el déficit atencional de los niños se han convertido en males de moda.

Según los especialista, el aumento de estos problemas se debe a que hoy los pequeños son mucho mas libres, mas curiosos; y los padres mas tolerantes. Sin embargo esta situación no siempre es bien comprendida en los colegios, donde generalmente estos menores son calificados como "problemáticos". Distraen al resto, obtienen bajas calificaciones y nadie se da el tiempo de ayudarlos, por que en un curso con mas de 30 alumnos es difícil que un profesor se preocupe de ellos.

Problema afecta a entre un 5 y un 10% de los escolares.

Actualmente entre un 5 y un 10 por ciento de los niños a edad escolar presentan hiperactividad o déficit atencional. Según definición, se puede hablar de este ultimo problema cuando existe incapacidad para concentrarse sobre un punto determinado. También cuando se posee una gran impulsividad, que puede o no asociarse un trastorno especifico del aprendizaje o a una hiperactividad.

En la mayoría de estos casos se utiliza el ritalín, fármaco derivado de la anfetamina que estimula es sistema nervioso central. Para adquirirlo se requiere de una receta-cheque, extendida por un medico para una dosis máxima de 30 días.

"Les hacen la guerra en los colegios"

Generalmente los desórdenes aparecen alrededor de los siete años y son más frecuentes entre los varones. Entre ellos está Pablo, quien comenzó a usar ritalín a los nueve años. Su historia partió en el colegio, donde la profesora insistió para que lo llevaran al doctor. Pese a que toma el fármaco hace cuatro, y a que se ha tranquilizado bastante, la situación en su colegio no ha cambiado. "Siempre es lo mismo, lo anotan por cualquier cosa, lo castigan, lo etiquetaron como el niño inquieto", afirma Ana Maria su madre.

Francisco también es hiperactivo y le recetaron el medicamento a los siete años. Paulina, su mamá, cuenta que semestralmente el establecimiento donde estudia su hijo le solicita un control médico para comprobar si está tomando el fármaco. "El colegio te obliga, te insiste para que vayas al doctor y le den a tu hijo algún medicamento que lo calme, ya que lo único que quieren son alumnos excelentes. Como a estos niños les cuesta concentrarse, y no los pueden echar, les hacen la guerra para que se aburran y se vayan".

Tan crítica es la situación de Francisco que a la señora Paulina la obligaron a firmar un documento en el que se establece que si este año no obtiene un 5.3 de promedio, será expulsado. obtuvo un 5.1.

Casos como los de Pablo y Francisco son muchos. La competencia entre los establecimientos por conseguir los primeros lugares en la PAA se incrementa cada vez más, lo que margina a los menores que son mas distraídos y a los que tienen dificultades para mantenerse quietos.

"La educación es cada día mas competitiva"

Se afirma que "en Chile la educación es cada vez mas elitista y competitiva; los colegios quieren los mejores alumnos y no les interesa el resto. Además hoy existe mucha menos tolerancia por parte de los profesores y, como se sabe que existe el ritalín, crece la presión para que los padres lleven a los niños al Doctor".

Una destacada profesional considera que este aumento en el consumo de ritalín, y otros fármacos obedece a la deficiencia de nuestro sistema escolar, que no esta preparado para integrar a estos pequeños. "El sistema Chileno es fatal. Gran parte de los establecimientos, incluso los particulares, tienen cursos muy numerosos. Esto obviamente dificulta el trabajo del maestro, que muchas veces tiende a creer que todos los niños que se mueven un poco son hiperactivos".

Esta presión en algunos colegios es sumamente peligrosas para el desarrollo del menor que, entre otras cosas, afecta su autoestima. Por ello, muchos profesiones recomiendan que frente a disfunciones de este tipo se realice un tratamiento inter y multidisciplinario, donde se trabaje con un médico, un sicólogo y un sicopedagogo. Así se evitaran traumas a nivel afectivo y social.

Además, de esta forma se diagnosticara con precisión el tipo de problema que afecta al niño, pues hay muchos casos donde se presentan los mismos síntomas, pero es trastorno obedece a un origen diferente. "El niño puede estar inquieto en clases por que tiene un déficit atencional, por que es hiperactivo, por problemas emocionales o debido a conflictos en su casa. Por eso es fundamental estudiar los casos en particular; no existe una receta general" se afirma.

Un fármaco polémico

Pese a que muchos estudios han demostrado que el ritalín es seguro y eficaz, ha surgido una controversia que cuestiona su uso. Según , expertos, la administración de este fármaco está prohibida en varios países de Europa. Ello sé debería a que sus efectos en la mente y en la conducta de los niños no han sido suficientemente investigados. En Chile la droga no tiene mayores detractores.

Juicio al tan famoso RITALIN

10% de la población escolar consume medicamentos sicoestimulantes.

"Doctor quiero que le recete ritalín a mi hijo... no, no tiene problemas en el colegio, pero siento que esta en desventaja frente a otros niños que lo toman". Ciertamente para muchos resulta un planteamiento insólito, pero es una realidad alarmante y cada vez mas escuchada por los especialistas en nuestro país.

Así lo sostiene un destacado psiquiatra , para quien situaciones como esta dejan al descubierto la injustificada medicación de estos fármacos y la excesiva competencia de un sistema educacional que termina por dejar fuera a un grupo.

No pueden mantener concentración por mas de 15 minutos.

La popularización del Metilfenidato, más conocido como Ritalín, le ha construido una imagen de panacea que está lejos de ser real, dice el especialista. Y no es que se trate de un mal producto, por el contrario: existe consenso en que es un excelente medicamento mientras sea un complemento de la terapia y se indique única y exclusivamente en niños que cumplen los requisitos y diagnóstico de un trastorno por déficit de atención. Un problema biológico que se presenta en algunos niños desde su nacimiento, por razones hereditarias.

Este se manifiesta de dos formas.

La mayoría presenta un conducta extremadamente inquieta e impulsiva, recibiendo el calificativo de "niño hiperkinetico". Otros, en cambio, tienen un comportamiento pasivo. Sin embargo, coinciden en que ninguno puede mantener la concentración durante más de 10 15 minutos. A diferencia de ellos, un escolar común de siete años puede hacerlo por 21 minutos", tiempo que va aumentando en tres minutos por año de edad.

Los menores con este déficit tienen una cantidad insuficiente de neurotransmisores -dopamina y noradrenalina-. Debido ello, cuando envían la información desde el cerebro, esta queda entrampada. Un fenómeno similar a un corte en la línea telefónica, que provoca que la conducta manifestada sea distinta a la que se espera.

Hay mas niños tratados con ritalín, que enfermos con gripe.

Este trastorno conductual lo presentan entre el 1 y el 3% de los niños. Sin embargo, se señala que se estima que el 10% de la población escolar utiliza medicamentos sicoestimulantes. De esto se desprende que a lo menos el 7% estaría consumiéndolo bajo un mal diagnostico.

En 1996 hubo una epidemia de gripe en Santiago, que es la enfermedad mas prevalente en pediatría. El Hospital Calvo Mackenna realizo una encuesta cuyos resultados arrojaron que habían mas niños tratados con ritalín que enfermos por gripe. Es decir, la entrega de esta sustancia a escolares que teóricamente sufren déficit atencional era mayor que los que estaban resfriados.

Quien debe diagnosticar.

Cualquiera de estos medicamentos sobre estimulantes se vende solo con una receta medica, por lo que la única explicación a esto es que están fallas importantes en el diagnostico. Que un niño tenga un bajo rendimiento escolar puede deberse a múltiples causas; puede ser disléxico, estar en un colegio inapropiado, tener problemas en su casa o sufrir algún tipo de trastorno que no sea dispersión atencional.

El problema radica en que el diagnostico es realizado por Profesionales que no están especializados en el tema y por ello no son capaces de distinguir entre éste y Otros problemas conductuales, qué requieren un tratamiento distinto.

El profesional indica que lo ideal es que, cuando sea detectado, el pediatra analice la situación, por que es quien mejor conoce al niño. Si considera que es necesario, debe derivarlo a un psicólogo o a un siquiatra infantil, aunque el último es el único que puede recetar medicamentos que apoyen la terapia.

Unidad mental del Ministerio de Salud elaboró una norma.

El Ministerio de Salud también ha manifestado su preocupación por el tema. Se establecieron las prioridades en el uso de medicamentos destinados a los niños con este problema. La primera la ocupa el Metilfenidato o Ritalín, después está la Pemolína o Cylert y en tercer lugar la Anfetamina o Metanfetamina, que se vende bajo el nombre de Cidrín. Estas fueron determinadas de acuerdo a la evidencia científica que existe en su uso, valorando sus resultados, cual presenta menos dependencia y reacciones adversas.

Chile es uno de los principales consumidores de Ritalín.

En relación a otros países latinoamericanos, Chile es uno de los principales consumidores de ritalín y otros medicamentos de este tipo. Esto se debe a que en nuestro país exista una mayor cantidad de niños con dispersión atencional, si no que se da por una especie de "censura al movimiento" inserta en nuestra idiosincrasia.

Aquí los niños inquietos se han transformados en todo un problema para los establecimientos educacionales. Éstos, en su creciente competencia por obtener altos rendimientos en sus alumnos, han decidido segregar a quienes afectan el promedio general. Eso llevo a la creación de una serie de establecimientos educacionales llamados de derivación, o para niños con problema de aprendizaje.

EL DIAGNOSTICO

¿Deben los padres alarmarse cuando le diagnostican a su hijo un Déficit atencional?

Superada la comprensible desilusión inicial causada por el diagnóstico (aunque la mayoría de las veces solo se les confirma algo que ya sospechaban), los padres no debieran tener más preocupación que el intentar ayudar al hijo a enfrentar sus dificultades tomando oportunamente las medidas que el médico les indica. De hecho la mayoría lo enfrenta adecuadamente y colabora con los profesionales a cargo en buscar fórmulas para que el niño lo pase lo mejor posible en sus años de colegio, entendiendo desde un comienzo que se trata de un problema transitorio, de esencial expresión en los aspectos escolares y muy pocas veces reflejado negativamente en otras áreas de la vida del niño .

¿Qué significa este diagnóstico?, o más claramente, ¿qué es lo que tienen verdaderamente estos niños?

El diagnóstico solo significa que se ha definido una condición especial del desarrollo del niño, que tiene habitualmente un origen genético y por tanto una base "biológica", en la cual se ha involucrado a unos elementos del cerebro llamados "neurotransmisores" (noradrenalina y dopamina), que son verdaderos transportadores de estímulos e información en el sistema nervioso, los cuales como consecuencia de esta característica heredada no funcionan adecuadamente en estos niños.

Respecto a ello es un hecho frecuente de observar que el paciente se parezca en su forma de ser a alguno de sus padres, hermanos o tíos.

Por tanto, lo que es necesario considerar, es que esta condición especial debe ser observada a lo largo del tiempo para ver su evolución y tratada solamente en el caso que sus expresiones resulten tormentosas para su vida escolar o familiar.

Los niños con Déficit de atención son niños normales e inteligentes, que a través de una actitud apropiada de los adultos que los rodean tienen posibilidades ciertas de ser felices y aceptados en todos los ambientes. Además pueden en su mayoría lograr un adecuado rendimiento escolar y una relación normal con otros niños.

A los padres hay cosas que les desconciertan respecto al diagnóstico de Déficit atencional, por ejemplo ¿porqué se lo define unas veces como "Síndrome" y otras como "Trastorno"?

Convengamos que hay dos cosas que resultan habitualmente preocupantes: la denominación que recibe el cuadro clínico y el nombre de algunos medicamentos que deben ser usados.

La denominación indistintamente de "Síndrome" o "Trastorno" confunde a los padres y se alarman excesivamente, pues se imaginan la existencia de una enfermedad o una minusvalía tremenda en sus hijos que se debiera ocultar.

El término "Síndrome" solo implica "conjunto de síntomas" y en estos niños significa que existe un conjunto de conductas o de manifestaciones del comportamiento, lo que no equivale necesariamente a una patología si no que -en este caso- a las características de su temperamento o a expresiones de una manera de ser.

En cuanto a Trastorno es otra mala expresión que debiera evitarse pues es la traducción del inglés "Disorder" , asociada habitualmente en nuestro medio a enfermedad mental ("trastornado mental"),lo que obviamente es inaplicable a estos niños.

Respecto a lo segundo lo intentaremos aclarar más adelante.

¿Tiene alguna relación el Déficit atencional con el diagnostico "inmadurez neurológica" de algunos niños?

Esta denominación es empleada sustituyendo el término científico apropiado con el afán aparente de atenuar el verdadero diagnóstico, pues la "inmadurez neurológica" como tal no está incluida en ninguna clasificación médica internacionalmente aceptada.

Si embargo el emplearla solo causa a los padres mayor confusión y en muchos casos preocupación exagerada - o peor aún - un conformismo simplista.

En realidad corresponde a un término que no debiera usarse puesto que genera más ambigüedad que clarificación.

Su mayor inconveniente es que si el niño escucha esa palabra, la asocia con la idea de persona tonta y fracasada, lo que a todas luces empeora la situación. Por otra parte sugiere un diagnostico de "niño enfermo" al insinuar una dificultad "neurológica", que hará dudar a los padres respecto a si el niño irá a "madurar" alguna vez.

Por todo esto insistimos en aclarar que el diagnóstico de déficit de atención en un niño no significa que tenga alguna enfermedad neurológica ni mental.

¿Cuándo se debe sospechar el Déficit atencional?

El déficit de atención genuino se sospecha cuando los padres, profesores u otros adultos cercanos coinciden en forma unánime en que el niño tiene dificultades para prestar atención sostenida en tareas que le resultan poco atractivas o lateras.

Lo habitual es que busque excusas para evadir lo que se le ordena (Búsqueda de útiles por toda la casa, llamadas telefónicas a los compañeros, decir que lo esperen un poquito y que luego comenzará etc...) y los papás deben hacer una verdadera cacería para lograr que haga tareas o estudie.

Es típico que entre tantas vueltas y postergaciones las tareas se prolonguen hasta bien entrada la noche lo que enoja y agota a los adultos y por eso la relación con las mamás que les tratan de ayudar se perturba, pues lo terminan retando o dando tirones de oreja.

La impulsividad es otro rasgo muy frecuente: ejecuta sin reflexionar casi todo lo que se le cruza por la cabeza, sin lograr filtrar lo que es inconveniente o peligroso. Esto puede significar actos riesgosos, accidentes o expresiones verbales inapropiadas, pues "mete la pata " con facilidad.

Muchos manifiestan su inquietud en querer tocarlo todo, bailotear, mecerse y balancearse permanentemente .

Les sucede en situaciones en que deben obligadamente estar tranquilos: durante las comidas, los viajes en vehículos, las clases, en la misa, en ceremonias etc...Habitualmente se levantan de la mesa con cualquier excusa, juguetean con los cubiertos, se balancean en la silla, tiran el vaso y desparraman todo.

Otra característica importante es su hiperactividad que se manifiesta en moverse por todos lados sin finalidad, correr y saltar con acciones bruscas y torpes que le hacen tropezar, derramar, romper. Esto mantiene a los padres permanentemente tensos y muchas veces gritándoles para que se calmen.

¿El comportamiento de un niño con estas características es igual en todas las situaciones de la vida cotidiana?

En un niño con déficit de atención estas características de conducta se pueden presentar en cualquier circunstancia y su intensidad varía de un momento a otro..Lo típico es que el niño tenga durante el día cambios bruscos de humor y de conducta, empeorando cada vez que se le exige una atención sostenida o ante circunstancias que él describe como "fomes" y mejorando cuando lo que tiene delante le entretiene.

Por eso muchos padres han observado ( y se lo dicen al médico como argumento para contradecir el supuesto Déficit de Atención ) que frente a un juego electrónico su concentración sea excelente y se quede horas quietito en esa actividad o también mirando un programa de la televisión o ante diversos estímulos que le resulten intensamente estimulantes o desconocidos.

En la sala de clases los profesores comentan que su cabeza está en otra parte ( hay que cuidarse de esos comentarios pretendidamente jocosos a las madres diciéndoles cosas como ? este chiquillo está en la luna ? o similares ,que si los escucha el niño no le resultan nada simpáticos) , no hay continuidad ni orden en sus tareas, sus cuadernos habitualmente están sucios y descuidados, conversa con sus amigos ,interrumpe la clase ,se ríe a carcajadas, no obedece las órdenes, manipula objetos sin ningún propósito, pierde u olvida sus cosas con facilidad (estuches, cotonas ,útiles, mochilas, y hasta el equipo de gimnasia).

¿Si no presenta todas estas características conductuales no tendría entonces un Déficit atencional?

Las características de un Déficit de atención no son iguales para todos los niños, por lo que el diagnóstico debe hacerse tomando en cuenta no solo un listado de conductas, si no en que medida esta forma de ser le perturba, preocupa o entristece y cuanto le impide relacionarse, rendir apropiadamente en el colegio y en definitiva ser feliz...

A muchos padres les resulta difícil aceptar que su hijo tiene este problema y se aferran a la falta de algunas de estas expresiones para dudar del diagnóstico.

Por otra parte muchos niños son predominantemente distraídos y no hiperactivos o alterados en su conducta por lo que sus características son menos notorias y a veces pasan desapercibidos en términos de su comportamiento, pero no así en su dificultad escolar.

Aquellos que además de distraídos son fundamentalmente inquietos se diagnostican más precozmente .Los otros pasan por "flojitos" y recién son diagnosticados cuando fracasan en algún curso, habitualmente el tercero, quinto o séptimo año básico.

¿Cuándo es el momento oportuno para consultar?

El momento oportuno para consultar es cuando resulta evidente para los padres y profesores que la conducta de un niño, por lo intensa, extraña, inadecuada o desajustada, tanto para si mismo como para los demás se aparta de lo esperable para la etapa del desarrollo que está viviendo.

Es necesario tener en cuenta que existe gran cantidad de confusiones diagnósticas del déficit atencional con trastornos emocionales, afectivos, de personalidad y de la conducta social, como también una asociación de estos trastornos con el Déficit atencional.

La medicación en forma exclusiva jamás es un tratamiento suficiente puesto que estos niños necesitan que se intervenga en su realidad personal (su imagen), su relación con los padres y amigos y que además se oriente y determine las líneas de acción mas convenientes respecto al colegio.

Niños con déficit de atención: ¿qué deben saber y hacer los padres?

¿Se puede hablar en plural de "déficit de atención?

El déficit de atención (DA) es relevante por la alta frecuencia de tratamientos farmacológicos en escolares. Existe un elevado sobrediagnóstico y muchos de estos tratamientos podrían ser innecesarios y obedecer a la demanda de un medio alienante que cada día ejerce más presión escolar sobre los niños y adolescentes.

Los niños con estas dificultades integran una población abigarrada y heterogénea. Los síntomas medulares y los problemas relacionados transcurren a lo largo de la vida con gran variedad expresiva, con múltiples combinaciones y en variados contextos familiares, sociales y escolares.

¿Qué requisitos de evaluación debe cumplir un niño para ser diagnosticado con certeza razonable de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad(TDAH)?

El diagnóstico se centra en el relato de los padres sobre la dificultad del niño para concentrarse y prestar atención sostenida, impulsividad e hiperactividad inadecuadas para la edad, que interfieren en su vida afectiva, relaciones y desempeños.

La adaptación a cualquier cambio ambiental les resulta difícil. Además, refieren que al niño le cuesta demasiado acatar reglas, seguir instrucciones y su conducta es impredecible de un día para el otro, y los ha sobrepasado.

El déficit de atención existe como entidad clínica tipificada de modo inequívoco a través de diversas escalas y criterios diagnósticos. Hay que tener cuidado para no simplificar que todo niño que se mueve corresponde a un TDA, pues el sobre diagnóstico y sobre tratamiento es casi la norma.

¿Es lo mismo el niño con déficit de atención que el niño con inmadurez neurológica?

El diagnóstico de inmadurez neurológica no existe en ninguna de las clasificaciones aceptadas internacionalmente.

La palabra debe ser desterrada de modo definitivo de las características atribuibles a estos niños, porque además de incorrecta e inexacta es degradante para ellos.

Cuando algunas funciones no corresponden a la edad cronológica del niño o no se han desarrollado de modo uniforme ni homogéneo se puede decir que existe una "variación normal del desarrollo", lo que es equivalente a "disarmonía del desarrollo".

Si tienen un curso estable deben ser diagnosticados como trastorno específico del desarrollo del lenguaje, de las funciones visoespaciales o de la coordinación de movimientos.

Criterio de diagnóstico:

A) Cumplimiento de cualesquiera de los dos criterios (A 1 o A2):

A1) Falta de atención: al menos 6 de los siguientes síntomas que persistan un mínimo de 6 meses con la cualidad de ser desadaptativos e incompatibles respecto del nivel de desarrollo

a) A menudo fracasa en prestar atención a detalles o demuestra ser poco cuidadoso y errático en tareas escolares, trabajos u otras actividades

b) Tiene dificultad para concentrarse en tareas o juegos

c) Pareciera no escuchar lo que se le dice

d) Incapaz para seguir instrucciones y fracasa en terminar tareas escolares, quehaceres o deberes (sin que se deba a conducta oposicionista o falla en entender las indicaciones)

e) Dificultad frecuente para organizar tareas y actividades

f) Evita o rechaza con disgusto las obligaciones (como tareas escolares u hogareñas) que le demanden esfuerzo mental sostenido

g) Pierde cosas necesarias para sus tareas o actividades (útiles escolares, libros, mochilas, abrigos, cotonas, juguetes)

h) Se distrae con facilidad ante estímulos extrínsecos

i) Es olvidadizo en el cumplimiento de las actividades cotidianas

A2) Hiperactividad-impulsividad: por lo, menos 6 de los siguientes síntomas que persistan un mínimo de 6 meses con la cualidad de ser desadaptativos e incompatibles con el nivel de desarrollo

Hiperactividad

a) Inquietud de manos y pies o se retuerce en la silla

b) Abandona su puesto en clases u otras situaciones en que requiere permanecer sentado

c) Trepa o corretea en exceso de un lado a otro en situaciones inapropiadas (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de impaciencia)

d) Dificultad para jugar o entretenerse en actividades reposadas o en momentos de ocio

Contacto con los profesores y el control de los síntomas:

1) Inquieto, demasiado activo

2) Excitable, impulsivo

3) Molesta a otros niños

4) No termina lo que comienza

5) Se mueve constantemente en la silla

6) Se distrae con facilidad

7) Hay que satisfacerlo de inmediato. No tolera frustración

8) Llora con facilidad

9) Cambia de humor de modo brusco

10) Pataletas, conducta explosiva

Respecto de su aprendizaje (señale Sí o No)

- ¿Su lectura es poco fluida o silabeante?:

- ¿Le cuesta comprender lo que ha leído?:

- ¿Le cuesta escribir al dictado?:

- ¿ Tiene dificultades para copiar a tiempo lo escrito en el pizarrón?: - ¿Comete muchas faltas de ortografía?:

- ¿Le cuesta demasiado el cálculo matemático?:


¿Cómo realizar el diagnóstico diferencial en estos niños ?

¿Cómo es el curso que adopta el DA?

Se manifiesta a lo largo de toda la niñez y el 40 al 60% continúa con algunos signos en la vida adulta, cuando se denomina "síndrome residual". Esto es equivalente a decir que el 40 al 60% de los niños mantiene sus rasgos de temperamento en la adultez o que estructuran su personalidad con los rasgos insinuados en la infancia.

¿Cuánto de intolerancia familiar; como de falta de competencia, imaginación y creatividad pedagógica está sufriendo ese niño si es que su conducta es censurada en la casa o la escuela?

La presencia de TDA se encuentra favorecida por ambientes desorganizados y ausencia de criterios educativos claros, como también por algunos "estilos familiares" inconsistentes en el manejo, de límites arbitrarios, incoherentes o castigadores, y colegios con excesivo número de alumnos o metodología inapropiada (el bilingüismo es un tema que sorprende por su capacidad para generar problemas en algunos niños).

¿Cómo realizar el diagnóstico diferencial en estos niños ?

En el paciente que consulta por dificultades de conducta o rendimiento es necesario tener presente que puede existir distracción, hiperactividad, impulsividad y fallas en el ritmo de aprendizaje, no sólo en el TDA sino también:

Como expresión de desarrollo normal (variación normal del desarrollo): niños en etapa oposicionista (2-4 años, prepúberes, preadolescentes).

Como reacción ante dificultades ambientales (situacional): colegio inadecuado, normas disciplinarias inapropiadas, dificultades con grupos de pares, conflicto o separación de los padres, cambios en el entorno.

Derivados de otra patología mental o del desarrollo (trastornos depresivos, ansiosos, fóbicos; trastornos específicos del aprendizaje, trastorno por oposicionismo desafiante; trastorno de conducta).

¿Cómo se trata el TDA?

Nos referiremos a las medidas básicas de manejo terapéutico.

Es necesario explicar al niño su problema de concentración o conducta errática de modo que diluya su sensación de ser tonto, malo o enfermo.

- Aclarar que el fármaco es una especie de vitamina y no calmante.

- Interesarlo en otras áreas que le puedan reportar éxito y valoración, sugerir el desarrollo de actividad física que "elimine" energías (muchas veces estos niños son apartados por sus profesores de las actividades deportivas como castigo, con lo cual sólo se consigue desmotivarlo aún más para el resto de las situaciones académicas).

Es beneficioso apoyarlo en todo lo que sea ocurrencia espontánea o estrategia que él proponga y que atenúe las dificultades o fracasos (deporte, baile, teatro, música).

¿Es necesario comprometer a los padres?

Siempre es necesario hacer intervenir a los padres explicándoles:

- Que la conducta del niño es involuntaria y que no lo hace por molestar (insistir en lo parecido que es a lo que alguno de ellos fue en su niñez).

- Que la crítica, ironía o desdén frente a sus conductas no ayudan a que éstas disminuyan.

- Que el reto o castigo físico sólo empeoran la conducta.

- Que se trata de un niño sano y normal, pero disarmónico.

- Que lo deben estimular y apoyar cuando actúa bien, porque si eso se hace de forma sistemática y coherente las posibilidades de mejoría son enormes.

- Que no son adecuados los sermones ni promesas de premios, sino que es mejor esperar que aparezca una conducta deseable para entonces felicitarlo y premiarlo (refuerzo positivo de lo adecuado). La "presión verbal" constante para corregir su conducta sólo lo pone más ansioso e irritable (refuerzo positivo de lo inadecuado)

- Que es preferible obviar ("time out") aquella conducta que no sobrepase un límite soportable pues eso contribuye a atenuarla.

- Que el mejor castigo ante una conducta desadaptativa que no ha respondido al time out o sobrepasa los límites de la tolerancia es retirar los refuerzos habituales (interacción con padres o pares, salidas, TV, etc.).

¿Qué se les podría recomendar a los profesores?

Es necesario explicarles que los niños no resisten períodos mayores de 20 minutos de concentración focalizada, por ello es aceptado que la causa más frecuente de distracción de un escolar sean la fatiga y al aburrimiento. Una clase larga y monótona contribuye a generarla. Un estilo pedagógico ameno, que ocupe todos los canales sensoriales del niño y la gratificación obtenida por el logro generan la motivación escolar.

¿Cómo se debe enfocar el tratamiento farmacológico?

Los neurolépticos son los fármacos de elección en los niños menores de 6 años. Se deben utilizar cuando la impulsividad le impida al niño relacionarse con sus pares o corra riesgos físicos por accidentes frecuentes.

¿Cuándo se debe usar los psicoestimulantes?

El riesgo de dependencia de estos medicamentos con un trastorno de déficit atención genuino es escaso. No provocan adicción, abuso ni se ha demostrado tolerancia. En los preescolares se usan solo a situaciones de impulsividad, temeridad e intrepidez incoercibles, alto riesgo de sufrir accidentes y en quienes haya fracasado el tratamiento con neurolépticos.

El uso habitual se aplica a escolares a partir del primer año básico, es decir, niños mayores de 6 años, luego de cumplido todo el protocolo que asegure el tratamiento y que certifique los beneficios de los medicamentos agregados al apoyo de psicólogos, padres, profesores y psicopedagogos.

Fuente: Pediatría práctica en diálogos.

Fuente: Dr. Arturo Grau Martínez, Psiquiatra Infantil

Dr. Pedro Barreda

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